CIUDAD ALFARO ES PÚBLICA O PRIVADA?


CIUDAD ALFARO ES PÚBLICA O PRIVADA?
Debo confesar que me costó encontrar un título que pueda resumir lo que esta pasando en algunas de nuestras instituciones, pues en tiempos en que el cacicazgo es cosa del oscuro y triste pasado de la república, da la impresión que aun hay quienes se resisten a aceptarlo.
En buena hora, estos rezagos corresponden a una gran minoría, que sin embargo permanecen en la función pública y por desgracia, con la equivocada idea de que dicha función les debe servir para sentirse dueños de las mismas, a partir de las decisiones que desde ella se tomen. En vez de darle a dicha función, el verdadero sentido de servicio a los demás.
Y son aquellos (as), (apelando al uso de la definición de equidad de género, que además consta en la nueva constitución), que ignorando o más bien desentendiéndose de que sus sueldos se pagan con nuestros impuestos; los que asumen posiciones reñidas con el entendimiento, la razón y con las políticas de libre acceso a los lugares públicos, que pregona el gobierno de la revolución ciudadana.
Los ecuatorianos aplaudimos la decisión del presidente Rafael Correa, de ordenar a las autoridades del Banco Central, abrir al público las lujosas instalaciones de sus complejos recreacionales; pues esos espacios, manejados hasta aquel entonces como propiedad privada, se construyeron al igual que ciudad Alfaro, el mausoleo donde reposan las cenizas del Viejo Luchador y las instalaciones donde se redactó la carta magna, se lo hizo con la plata de todos los ecuatorianos.
Entonces, mal podríamos creer que para ingresar, recorrer sus instalaciones, tomar fotos, o grabar algún video (que fue lo que quisimos hacer con el grupo Sondeaquí, para rendirle tributo a Eloy Alfaro, con su canción “El General” de autoría de Ruisdael Chinga); quienes pagamos por ello, hoy tengamos que presentar la cédula de identidad y peor aún, exigida de mal modo por los guardias de seguridad, los que por desconocimiento o siguiendo disposiciones no se de quien, se toman estas atribuciones aduciendo que este lugar es privado.
Me quedan serias dudas, respecto a que la orden de prohibir grabar videos, aunque se trate de una canción inspirada en el mas grande ecuatoriano y sin fines de lucro, vale aclarar; provenga de la presidencia de la república, como me dijo un funcionario de ciudad Alfaro, cuando hice el requerimiento, pues el propio presidente, es un duro crítico de este tipo de desaciertos. Siendo como dicen me explico
Será que estamos en similar situación a la que estuvo el Banco Central?  No vaya a ser que tengamos que esperar a que el mismísimo presidente venga a poner orden, cuando las correcciones se las puede hacer a tiempo y desde adentro.
Cuidado se confunden los conceptos de administración de un espacio público, con el de una propiedad privada. El primero como sabemos, es aquel al que todos pueden acceder de manera libre y voluntaria; el segundo, es privativo de sus dueños, es decir, que solo ellos deciden quien puede y quien no. Tampoco vaya  a confundirse lo dicho, con aquello de que “manabita come manabita”, no. Nada de eso. Se trata únicamente de darle a las cosas el justo valor y de llamarlas por su nombre.
Es inaceptable que hasta para rendir tributo a nuestros héroes, tengamos que pedir permiso o esperar hasta cuando “puedan” aprobar alguna solicitud escrita. Alguien tenía que decirlo, yo simplemente no podía callarlo.
Queda claro entonces, después de la reflexión planteada en el título de este articulo, que si ciudad Alfaro es un lugar público de libre acceso, debe ser manejada como tal. No olvidemos que así como la patria ya es de todos, esta hermosa edificación orgullo de los manabitas, también lo es; no un privilegio de grupos y menos aun propiedad de unos pocos
RENAN ALAVA

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