EL VALOR DE LAS PERSONAS

Una mañana, el profesor se dirigió a los alumnos sosteniendo un billete de 200 pesos en la mano. ¿Quién quiere quedarse con este billete?, preguntó.
Todos los alumnos levantaron la mano.
Entonces el profesor dobló el billete en dos y dijo:
“Y ahora, ¿quién quiere el billete?”.
Otra vez todos los alumnos levantaron la mano.

El profesor arrojó el billete al suelo, lo pisoteó y entonces lo levantó, lo arrugó e hizo con él una pelotita sucia.
“Y ahora ¿quién quiere el billete?”.
Los alumnos se rieron, pero igualmente todos levantaron la mano.

¿Qué aprendieron hoy?
Ustedes son como este billete. A veces los van a herir, los van a pisotear, les van a pasar por encima y se van a burlar de ustedes.
Cada uno de ustedes posee un cierto valor. Cada uno de ustedes tiene algo característico que ninguna otra persona tiene. Y ese valor esencial no cambia, aunque lo doblen, lo pisen, lo arruguen o lo tiren al suelo. Ustedes siguen valiendo exactamente lo mismo.

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