MANABITAS ..FUERZA LABORAL FEMENINA

Por: Elizabeth de Pisco 

Fanny se levanta todos los días a las 5 de la mañana, viste ropa sencilla y zapatillas, se cuelga un bolso que contiene en su interior una muda de ropa algo desgastada que más tarde usará en su larga y agotadora jornada de trabajo. Ella es solo una de los cientos de mujeres de Manta, Montecristi y Jaramijó que acuden todos los días a laborar en las 12 empresas atuneras que están asentadas en el Puerto de Manta y sus alrededores.

En los últimos 50 años y con la llegada de la primera industria atunera a la ciudad -vale recalcar de paso que también fue la primera planta atunera del país- la mujer mantense se convirtió en la protagonista de este desarrollo, mucho antes de cumplir la mayoría de edad algunas ya empiezan a desenvolverse en este ámbito como limpiadoras de atún, empacadoras o llenando trozos de atún en el procedimiento conocido como Pouch, o en el área de etiquetado. Un trabajo hasta ahora silencioso y duramente malmirado aun a sabiendas de que la industria alimenticia y  la propiamente atunera es la que ha permitido el crecimiento acelerado de nuestra ciudad.

¿Qué están haciendo estas plantas atuneras, como organizaciones en pro de esta fuerza laboral femenina?

María Esther Morales quien representa a la mujer ecuatoriana en la Red Latinoamericana de  Mujeres del Sector Pesquero, destaca en primer lugar como uno de los grandes beneficios las 400.000 plazas de trabajo en nuestro país, directa e indirectamente para un grupo femenino que carece de educación y recursos económicos. Pero no solo este grupo vulnerable de la sociedad  está vinculado a esta actividad, pues la industria del atún ha insertado en sus filas de colaboradoras a ejecutivas, ingenieras, doctoras, tecnólogas, técnicas superiores, que hoy en día tienen un vasto conocimiento en áreas como producción, BPM, HACCP control de calidad, exportaciones, entre otras; Y a las cuales esta red que funciona también a través del internet les impulsa a seguir luchando por lograr el reconocimiento que se merecen. 

En Tecopesca, empresa que elabora productos de exportación y que es gerenciada por Isabel Andrade -una mujer distinguida que en cualquier momento puede vestir botas y una redecilla para insertarse también en el área de producción de su planta atunera-  se reconoce a diario  la labor de los cientos de féminas que en ella se desempeñan, un programa motivacional interno que se maneja a través de una señal de radio que es conocido como manejo de clima laboral y del cual formé parte hasta hace poco; es solo una parte, pues existen supervisoras líderes que frecuentemente son entrenadas para dirigir y motivar a grupos conformados por 50 personas en donde se incluyen también hombres que hacen el trabajo de volteadores y/o transportadores de lomos limpios.

Eurofish por su parte dentro de su política de calidad, colgada en su web site oficial habla de estimular la calidad y brindar la apertura de los canales de comunicación a sus colaboradoras, así como valorar la honestidad, lealtad y responsabilidad de las mismas. 

La mujer de Manta y Manabí se ha convertido en la protagonista de principio a fin de todo el procedimiento de INDUSTRIALIZACIÓN DEL ATUN, hablemos por ejemplo de Marbelize que ha incluido en las pautas publicitarias de los canales de televisión un comercial que promociona uno de sus productos, y que  permite al televidente contagiarse del canto de las obreras mientras lo elaboran y de las amas de casa mientras lo disfrutan. No es la primera vez que esta organización muestra como protagonista publicitaria a una mujer, en el año 2008 una joven modelo vestida de chef hacía un impulso del producto mostrando como aportan a la preparación de platos gourmet.  

Uno de los próximos objetivos de Recursos Humanos de estas empresas debería ser difundir abiertamente los proyectos encaminados o la realización de planes exitosos dentro de estas organizaciones a favor de la mujer que trabaja en ellas, pues el que la colectividad conozca su contribución activa y voluntaria al mejoramiento socio-económico, las impulsa en su situación empresarial competitiva y en el valor añadido que la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) les otorga en el mercado y en la sociedad como organizaciones estratégicas, modernas y altamente comprometidas con la calidad de sus productos en proporción a la calidad de vida de quienes participan de su elaboración.

La mujer que trabaja tiempo completo así como Fanny, puede dedicar a los hijos, esposo y hogar tan solo un 25% de su tiempo y energía, en esta industria lamentablemente las fuerzas son desgastantes pero muy satisfactorias, sobre todo porque nuestro país está ubicado en el tercer puesto de  entre los países exportadores de atún en conservas en Latinoamérica  y después de la crisis iniciada en el año 2000 y la cual se extendió hasta el año 2003, a partir del 2006 la comercialización de estos productos ha tenido un crecimiento considerable a pesar de que en el año 2009 y en lo que va de este 2010 esta industria también ha atravesado por periodos de riesgo sobre todo por el efecto global y la escasez del atún rojo, tan apreciado en países europeos y asiáticos.

Este éxito no solo es del Puerto Atunero de Manta, o de los dueños de la industria es también el éxito de las familias de las mujeres ecuatorianas y sobre todo de Fanny y de todas las mujeres de Manta y Manabí, que día a día se fortalecen de cuerpo y espíritu para enfrentar las largas horas de trabajo.