Su obra que revive el arte ancestral de las culturas chorrera, valdivia, jamacoaque y manteña fue elegida como ganadora de entre representantes de 25 países, mediante el voto del público.
El artista, no se considera únicamente descendiente de los antiguos pobladores de la provincia de Manabí, sino que dice ser uno de ellos. "Yo soy un auténtico chorrera, valdivia, jamacoaque, manteño no sólo de sangre, sino de nacimiento, de cultura y de herencia artística."
Piloso comenzó a trabajar a los 12 años en el taller de cerámica de su hermano, de quien aprendió diversas técnicas tradicionales y ancestrales del trabajo con el barro. Además realizó trabajos como restaurador del Museo Arquelógico del Banco Central en Guayaquil.
Y desde hace 15 años se dedica a realizar sus propias obras en las que refleja su herencia cultural milenaria. "La Bienal de Arte Indígena representa para mí la oportunidad de abrir las puertas que hasta ahora han permanecido cerradas."
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